En la primera parte de esta historia contaba que
yo conocía a un chiquillo que me había dejado loca desde el primer momento en
que lo vi montado en su corcel y que, después de unas horas me tenía
arrinconada en una pared, y después me invitó a “DESPEDIRLO” fuera de la casa,
pero que yo, por temas educacionales y programaciones no había querido besarlo
ni nada ya que, sentía que todas las miradas convergían hacia nosotros y eso me
tenía incómoda.
Para que decir lo arrepentida y tonta que me
sentía por no haber aprovechado semejante oportunidad con este hombre que me
gustó tanto, yo solo estaba por una
corta temporada en ese lugar y creía que muy a mi pesar ya no lo iba a ver más.
Pero Dios es grande y bondadoso, y al año
siguiente (benditas Fiestas Patrias) cual fue mi sorpresa que veo llegar a este
hombre al cual no había podido olvidar en todo ese tiempo. YO DIGNA (rayando en
lo tiesa) hice como que no lo había visto llegar, pero mis ojos se movían
curiosos (mi cuerpo no, para no delatarme lo interesada que estaba en él)
buscándolo, entre la multitud, yo a esa altura rogando para que éste chiquillo
apareciera por nuestro grupo a saludar.
Cabe destacar que estábamos en una Fonda -lugar
típico chileno en cual se da el baile Nacional, Cueca, y otros no tan
nacionales como Rancheras, Cumbias, hasta Reggeaton si se da el ánimo, aparte
del bebestible y comestible, es decir, fiesta popular nacional- por lo tanto la
cantidad de gente era considerable. Para mi suerte él se acercó a saludar,
también tenía miedo a que no me reconociera, pero al llegar al grupo,
familiares y amigos le dijeron de inmediato que yo estaba. Me reconoció y de
inmediato como que no queriendo la cosa me saca de ese lugar de tanta gente y
me lleva a un lugar más vacío, escampado, utilizado como estacionamiento para
ese evento... nos empezamos a besar, frenéticamente, me tironeaba hasta cerca de una camioneta, la abre… caigo
arriba de él… Oh oh niños alrededor, jugando y divirtiéndose a costa nuestra,
no era un lugar tan “PRIVADO”, me enfríe nunca he sido artista sexual para tener
público, así que me salí de ese lugar, arreglándome la ropa y lo dejé solo con
sus cavilaciones. Después me enteré que el auto no era de él, no sé cómo lo
abrió sin problemas.
Gracias niños por arruinarme la noche y por
sacarme, quizás, de un probable problema de usar un auto que no le pertenecía...
Queda una última parte, esto aún no termina…
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CALI -
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