Tenía 15 años cuando lo conocí, cuando me atreví a hablarle
por primera vez. Llevaba un tiempo mirándolo, sabía donde vivía y casualmente
paseaba por ahí con mi amiga, estuve meses haciéndolo, hasta que me atreví a
hablarle. A lo mejor fue su sonrisa encantadora o su mirada penetrante, o tal
vez su apariencia de chico malo lo que me cautivó, no sabría definirlo. Estuve mucho
tiempo siendo su amiga, conociéndolo, juntándome a escondidas con él, ya que
según mi madre él no era bueno para mí (pero como de seguro adivinarán, eso no
me importó). Soñaba con él despierta y dormida, mis suspiros eran sólo para él,
según yo estaba enamorada.
Salí un día con una amiga a caminar por los lugares donde
sabía lo podía encontrar, sólo para verlo, para que me dijera “hola”, para que
me sonriera. Cuando lo vi y después de un rato de conversar con él, me marché a
casa y en el camino mi amiga me dice: ¿Hasta cuando vas a estar de esta manera?
¿Pretendes estar toda la vida así, suspirando por él sin hacer nada? Le
encontraba razón, pero siempre esperé que él se acercara a declararme su amor ¿Y
que pasaría si él no sentía lo mismo que yo? Tenía miedo, era normal. Está bien
le dije a mi amiga, iré a hablar con él.
Caminé lento, con el corazón a full, tenía sentimientos encontrados, una
parte de mí quería declararse y la otra rogaba al cielo porque él no estuviera.
Cuando llegué cerca de su casa no estaba, suspiré aliviada, por no tener que
enfrentarme a aquella situación, di media vuelta, cuando escuché mi nombre. Se me
apretó el estómago, respiraba entrecortado ¿Y ahora que hacía? Voltee y le
dije- Hola, necesito hablar contigo- sonrió (me derretí) me dijo que lo
esperara unos minutos. Eran los primeros días de otoño y el cielo estaba
extraño, la mitad de él tenía nubes negras por la lluvia que venía y en la otra
había un maravilloso sol. Cuando volvió nos sentamos a conversar le dije lo que
sentía y el dijo que sentía lo mismo, me sentí en las nubes, al fin se
concretaría lo que tantas veces había soñado. Él me pidió que lo besara, esa
parte fue un poco frustrante por supuesto, esperaba que él me tomara y me
besara… pero no lo hizo, si quería un beso tendría que tomarlo yo. Lo hice.
Estuvimos cerca de un mes juntos, según yo todo iba de
maravillas, yo estaba enamorada y pensaba que él también. Una noche fui a verlo, salí de mi casa mintiéndole a mi mamá,
diciéndole que me juntaría con una amiga. Al llegar a su casa, él se encontraba
afuera con sus amigos me vio, agachó la cabeza y se escondió. Me dolió tanto,
no sabía porque hacía eso. Me fui corriendo y unas lágrimas cayeron por mis
mejillas. Él nunca más me buscó, nunca dio ninguna explicación.
Volví a encontrármelo 3 años después, nos saludamos
cordialmente. Yo en esos momentos tenía una pareja y era muy feliz. Él preguntó
por mi estado civil, le dije la verdad y él me dijo la cagué, perdona. Respondí
que ya era tarde para eso, que ahora estaba bien y que era feliz. NO IMPORTA
DIJO, YO VOY A LUCHAR POR UN PEDACITO DE TU CORAZÓN. A lo cuál, yo me reí,
dándole unas palmaditas en el hombro diciéndole, no lo intentes tú hora ya
pasó.
Colomba.
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