martes, 25 de marzo de 2014

"El Desconocido"



Conocí a un chico en un bar una vez, me gustó. Fue una noche llena de coqueteos, miradas, sonrisas y un par de besos acompañados de cerveza fría. Aluciné con él, sus besos eran muy buenos y era muy agradable a la vista. Me dejó con ganas de volverlo a ver, pero una de mis reglas principales, es que si conozco a un chico en un bar, no vuelvo a  verlo jamás. No me malinterpreten, sólo nos besamos y no ocurrió nada más, aunque él suplicaba porque nos fuéramos a su casa, me vi tentada pero no acepté.
En esa oportunidad andaba con un grupo de amigas y como en ocasiones ocurre, nos sentamos todos en la misma mesa. Una de mis amigas  y un amigo de él, tuvieron un coqueteo y al final de la noche se besaron, se dieron los número de teléfono y el Facebook.  Pasó un año aproximadamente y mi amiga seguía en contacto con el amigo del “DESCONOCIDO” del bar que tanto me había gustado.
 Un  día por esas casualidades de la vida mi “desconocido” comentó una publicación de mi amiga.  Reaccioné sorprendida y me dije ¿Y si lo agrego a Facebook? Lo pensé por unos minutos si sería lo correcto o no y después de consultarlo con mi amiga, que me dijo- ¿Qué es lo peor que puede pasar? Dale no más- lo agregué. Apenas me aceptó, me habló. Él también se acordaba de mí… y desde ahí comenzamos a conocernos a través del chat. Hablamos de todo, me contó su vida, hablé un poco de la mía, parecía un buen chico, divertido y muy sincero, no parecía que hubiera mucho que perder, me invitó a salir y las primeras 2 veces no se pudo por factores externos míos, así que para que él no pensara que yo en verdad no quería salir con él, la tercera invitación la hice yo. Como me sentía tan nerviosa de reencontrarme con él, organicé una salida grupal (a lo que él estaba de acuerdo). Fuimos a un bar, bebimos unas copas y cuando salimos a fumar el me besó, fue un beso largo,  apasionado, intenso… pero no recordaba porque me había gustado tanto, en fin, seguimos en el mismo bar y noté que él estaba bebiendo demasiado rápido, a lo mejor son los nervios- pensé- pero la situación se volvió bastante incómoda cuando se quedó dormido encima de la mesa, EBRIO. Todos mis amigos me quedaron mirando como ¿Qué onda? Y yo completamente sorprendida no sabía que decir. Al marcharnos (cuando logramos despertarlo) quiso despedirse de mí con un beso a lo cual obviamente me negué. Hablamos mañana- le dije.
Pasaron varios días y él volvió a hablarme, preguntándome si estaba enojada a lo que le respondí que no y en verdad así era, si reconozco que en el momento me sentí molesta, pero después ya no importaba. Volvimos a retomar nuestras conversaciones y en una de ellas me comentó que le había gustado MI  AMIGA  que había llevado a nuestra “cita”. Quedé desconcertada. Le dije- Bueno entonces habla con ella- a lo que el respondió que era una broma. Quedé con la sensación de que en verdad le había gustado mi amiga. Decidí darle otra oportunidad, porque el chico me caía bien y era simpático, pero antes de que pudiéramos volver a salir, dijo por segunda vez que le gustaba mi amiga. Lo mandé a la mierda. Dejé de hablarle. Una madrugada me llamó ebrio, bloqueé su número y lo eliminé de Facebook. Ha sido uno de los peores pasteles de mi vida. Él aún habla con una de mis amigas, según él yo fui la “cuática” y “enojona”, él no tuvo ninguna culpa de que yo no lo pescara más.

Mi lección fue: Deja que el desconocido del bar, siga siendo el desconocido.

P.D: Él aún pregunta por mí, aunque han pasado meses.



         Martina ♥

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